El municipio de Ramnicu Valcea, de la región Arges -centro de Rumania- contaba en los años 60 con una población de 35.000 personas. La división territorial del país de los Cárpatos en 1968 provocó la aparición de la provincia de Valcea. Con esta partición comienza la industrialización de la zona, anulando con el tiempo la etiqueta de una ciudad de pensionistas. A su alrededor, surgieron compañías de bebidas y agua, pero la inversión más importante durante el periodo del comunismo fue el combinado químico Govora, actualmente Oltchim.
En los años 70, el partido comunista pretendía que se integrara con el hermano mayor de Pitesti, el combinado petroquímico. En esta plataforma industrial había una refinería en la que se fabricaban las sustancias de propileno (un hidrocarburo) y etileno, mediante el proceso de refinamiento del petróleo. Estas dos sustancias orgánicas se transportaban a Oltchim a través de dos conductos subterráneos, lo que constituía uno proceso industrial ingenioso para aquella época.
En este entorno, nacieron otras compañías que desarrollaron el municipio de Ramnicu Valcea: La central eléctrica Govora, las explotaciones de sal de Ocnele Mari y las minas de Berbesti-Alanu y Cucesti, que suministran carbón a la central eléctrica.
A finales de 1989, año en el que cayó derrocado el dicator Nicoale Ceausescu, la población superaba los 100.000 residentes, por lo que se construyeron nuevos edificios y se proporcionaron unas infraestructuras decentes, además de desarrollar el deporte mediante el apoyo al club de fútbol Chima Ramnicu Valcea y al equipo de balonmano femenino. A su alrededor, la urbe crecía sin pensar en otra alternativa en el caso de que se estancara la producción.
Y el desastre llegó a principios de 2004. Los responsables durante los últimos 20 años han presentado su dimisión hace poco tiempo sin haber tom