El director de cine, Cristian Mungiu, dijo en una entrevista concedida a Hotnews que su última película “Detrás de las colinas” no duda de la práctica religiosa en Rumania en ningún sentido, sino que pretende preguntarnos si realmente somos tan religiosos como afirmamos.
"Sabes que los rumanos se consideran un pueblo muy religioso. Aproximadamente entre el 80% y 90% de los ellos creen que son ortodoxos practicantes, pero si sales ahora mismo a las calles de Bucarest y miras a tu alrededor, te preguntas cómo habrán asimilado estos valores cristianos que no dejan de reivindicar", señala el director. Sobre la vocación de director
"Este deseo de convertirme en director pasó a mí como ese tipo de sedimento, poco a poco, no de repente después de ver una película", añade.
"Veía películas que se proyectaban en el cine de Iasi, mi ciudad natal. Vi muchísimos largometrajes rumanos. Después de verlas me quedaba con las ganas de hacer yo también porque había muchas cosas que no estaban encasilladas en su lugar, me parecía que esa gente hablaba de manera extraña, que nosotros no utilizamos este tipo de lenguaje, me parecía haber visto situaciones completamente inverosímiles, lo que me dio una especie de impulso para empujar la idea de que yo podría hacer cine mejor que esta gente", indicó Mungiu.
"Demasiado tiempo creí que tenía que expresarme por escrito y que seria sólo un contador de historias con palabras y no con imágenes. Después de 1989, me dije que no tenía ninguna excusa y que debía intentar dirigir una película", explica.
Respecto a las controversias del guión de "Detrás de las colinas"
"De alguna manera es normal porque en el momento en el que la película no se proyecta en la sala de los cines, el principal reflejo de la prensa pasa por cubrir los escándalos para atraer un gran número de audiencia", advierte.