El anuncio político del pasado miércoles sobre la afiliación del alcalde de Sibiu, Klaus Johannis, al Partido Nacional Liberal, de Crin Antonescu, ha suscitado muchas preguntas. Durante las protestas de 2012, salió a la palestra su candidatura para ocupar el cargo de primer ministro tras la dimisión del expremier Emil Boc, del Partido Demócrata Liberal.
Su ingreso al PNL supone el reforzamiento de Antonescu en la formación política dos días antes de que se celebre el Congreso que se está celebrando entre este viernes y sábado. En el seno del partido, han aparecido voces discrepantes como Calin Popescu Tariceanu que hacían peligra el liderazgo del presidente.
Además, Antonescu sufrió un duro golpe con la condena al presidente del Steaua, Gigi Becali, quien ha recibido muchas críticas por parte de algunos miembros del PNL.
Johannis tiene una imagen casi impecable en el país. Un líder del PNL dijo a Hotnews que Antonescu ganará crédito político con su afiliación. Incluso Andrei Chiliman, un adversario del presidente del partido, reconoció que Johannis representa una "victoria incontestable".
Por otra parte, se construye una alternativa por el posible tándem entre el alcalde de Bucarest, Sorin Oprescu, y el primer ministro, Victor Ponta. De esta manera, reforzaría su candidatura a las elecciones presidenciales que se celebrarán en 2014.
Entre el Partido Socialdemócrata y el PNL existe una guerra fría, según algunas fuentes, por lo que los candidatos empiezan a colocar sus posiciones.
El dúo Oprescu-Ponta resultaría díficil de ganar por Antonescu si carece de un segundo hombre que tenga credibilidad.
Antonescu mejora la imagen del PNL que se dirigía hacia al nacionalismo. La diplomacia occidental acreditada en Romanía observa problemas en el seno de un partido que presenta pocas soluciones para e