El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, resaltó hoy en Bucarest que Rumanía, con una tasa de crecimiento del 0,4% en el primer trimestre de 2013, se ha convertido en “un país de oportunidades” para las empresas españolas, especialmente “en el ámbito de las infraestructuras". “No he venido por casualidad a Rumanía, sino para recuperar el tiempo perdido”, explicó Margallo ante la tardía de las firmas españolas en aterrizar en Rumanía, después de que desembarcaran las italianas, francesas y alemanas, tras la caída del régimen estalinista, encarnado por Nicolae Ceasuescu, en 1989.
El jefe de la diplomacia definió a Rumania como “un país de oportunidades” y destacó la alta competitividad de las empresas españoles en sectores como infraestructuras y, en particular, en el área de desarrollo de autopistas, según un comunicado del Ministerio de Exteriores. De esta manera, Margallo quiso mostrar el interés del Gobierno español por impulsar las relaciones bilaterales, que ayuden a las compañías españolas a adjudicarse concursos que les permita abrirse camino en el país balcánico.
Bajo la atenta mirada de unos 50 empresarios, el canciller asistió a un seminario económico hispano-rumano, junto al ministro delegado rumano de Infraestructuras e Inversiones Extranjeras, Dan Sova, quien animó a las empresas extranjeras a presentarse a las más importantes licitaciones como las autovías Bucarest-Brasov y Craiova-Pitesti. “Conocemos de sobra las excelentes infraestructuras que existen en el territorio español y que fueron construidas por empresas españolas; ahora desearíamos que su experiencia nos la trasladaran”, precisó Sova, quien subrayó que Rumanía tiene tan solo 530 kilómetros de autovía frente a los 14.000 de España.
En el foro económico, también participó el presidente de CEOE Internacional, Jesús Banegas, que transmitió