“Esclavos asalariados en Alemania” es el título del documental que emitió el lunes la televisión pública alemana, Das Erste. En dicho reportaje muestran las condiciones laborales y de habitabilidad de cientos de trabajadores provenientes de Europa del este, sobre todo de Rumanía y de Bulgaria, en varios mataderos alemanes, púbica el diario.es.
En eldiario.es exponíamos hace unos meses cómo a un grupo de enfermeros españoles les ofrecieron trabajar en la industria cárnica con condiciones similares a las descritas en el reportaje. Por suerte, no se vieron obligados a aceptar el empleo. Aunque a Aurora y a los otros enfermeros les ofrecieron vivir en un piso patera, lo más trágico de la historia que relata el reportaje no es la existencia de dichos alojamientos masificados en casas particulares.
El reportero se acerca a uno de los centros de albergue para trabajadores de la empresa Wiesenhof, una de las mayores productoras de carnes de Alemania, en la región de Bremen. Allí comprueba que, además de encontrarse en medio del campo y sin transporte de línea, las casetas en las que se alojan cientos de trabajadores se encuentran vigiladas y rodeadas por alambre de espino. El periodista trata de entrar en las instalaciones y el servicio de seguridad se lo impide. “Vengo a visitar a un conocido, ¿porqué no puedo entrar, no son personas libres las que ahí viven, no pagan un alquiler?” “Porque el propietario no quiere”, obtiene por toda respuesta.
“Nos levantaban a las dos de la mañana, trabajábamos hasta las cinco y nos mandaban otra vez a dormir. A lo mejor a las siete nos necesitaban otra vez y nos volvían a despertar”, asegura a la cámara un trabajador rumano que no quiere ser reconocido. Los empleados no podían abandonar el recinto sin que el superior lo supiera, además de tener que dar explicaciones constantemente sobre las ausencias y la