El Gobierno rumano despedirá a 2.860 funcionarios de diez ministerios, lo que equivale al 4% de los asalariados públicos, eliminará los puestos vacantes de la administración central y local y reducirá un 12% el número de altos cargos. "Se han analizado las atribuciones específicas de las instituciones de la administración pública respecto al personal necesario para realizar las tareas, por lo que se ha propuesto una disminución de un 4% de los funcionarios", señaló el Ejecutivo de centroizquierda, encabezado por el primer ministro Victor Ponta.
El jefe del Gobierno había pedido en marzo a sus ministros que iniciaran "una verdadera reestructuración para modernizar las instituciones", empezando con la reducción de los consejeros de cada ministro y de los secretarios de Estado.
La medida supone un duro golpe para la administración pública, la peor parada por la crisis económica que ha instado a Bucarest a imponer duras políticas de austeridad exigidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El acuerdo para un préstamo de 20.000 millones de euros firmado en 2009 con el FMI obligó a las autoridades rumanas a reducir los salarios en el sector público un 25 % y aumentar el IVA del 19 al 24 %. El Gobierno rumano despedirá a 2.860 funcionarios de diez ministerios, lo que equivale al 4% de los asalariados públicos, eliminará los puestos vacantes de la administración central y local y reducirá un 12% el número de altos cargos. "Se han analizado las atribuciones específicas de las instituciones de la administración pública respecto al personal necesario para realizar las tareas, por lo que se ha propuesto una disminución de un 4% de los funcionarios", señaló el Ejecutivo de centroizquierda, encabezado por el primer ministro Victor Ponta.
El jefe del Gobierno había pedido en marzo a sus ministros que iniciaran "una verdadera reestru
