El primer ministro rumano, Victor Ponta, expresó el jueves su deseo de que las empresas responsables del escándalo de la carne de caballo encontrada en platos preparados y etiquetados como vacuno sean castigadas, y solicitó que la UE incremente sus controles. En una entrevista concedida al programa "Soir/3", el representante rumano destacó que la confianza de la gente "se pierde muy rápido", y que es necesario aplicar "controles europeos mucho más rápidos y eficaces", cuenta el diario.es.

Su intervención en esa emisión de la cadena "France 3" se produce el mismo día en que las autoridades sanitarias rumanas informaron de que al menos siete restaurantes de Bucarest sirvieron carne de caballo como si fuera de vacuno, procedente de un almacén situado cerca de la capital y que distribuía al mercado local.

El primer ministro reiteró que el escándalo desatado este mes y que se ha extendido a varios países europeos no tiene su origen en producto procedente de Rumanía, e indicó que este último descubrimiento se debe al incremento de los controles. "Cuando estalló el escándalo inspeccionamos nuestras empresas y nos pusimos en contacto con las autoridades francesas y las europeas. Afortunadamente, quedó muy claro que en Rumanía no había problema", señaló Ponta.

En la actualidad, a su juicio, "el aumento de los controles ha hecho que se haya descubierto que incluso en Rumanía, y también en otros países, ha habido problemas con la carne de caballo". Ponta destacó que a su país le interesa encontrar con la Comisión Europea "un proceso mucho más eficaz que ayude a que las verificaciones sean mucho más rápidas", y subrayó que las autoridades rumanas, desde el principio, han demostrado su voluntad de cooperación y transparencia.

"Hasta este momento se ha comprobado y transmitido todo, pero hay que seguir atentos", concluyó el primer min