El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó a la baja la previsión de crecimiento económico de Rumanía al 1,5 % en 2013, una décima menos, informó hoy el jefe de la misión de la institución internacional, Erik de Vrijer. "El crecimiento de 2012 ha sido muy bajo, casi cero; en 2013, pronosticamos un 1,5 %", explicó De Vrijer, después de que una delegación de expertos del FMI y la Unión Europea evaluaran la situación financiera del país balcánico durante dos semanas.
De Vrijer señaló que "estas cifras se deben a que se necesita un tiempo para que la economía mejore después de una crisis económica y a la difícil coyuntura actual". Asimismo, el responsable del FMI justificó la desaceleración de la economía rumana por la sequía sufrida en 2012, que perjudicó a las cosechas, a la sempiterna baja absorción de los fondos europeos y al lento proceso de las reformas estructurales impuestas por el acuerdo de tipo preventivo. De Vrijer confirmó que pedirá a la dirección de su organización que se amplíe el programa de ajustes tres meses, hasta junio, pero advirtió al Gobierno que debe seguir avanzando si pretende solicitar un nuevo acuerdo.
"El acuerdo con el FMI expira y no habrá otro si las autoridades rumanas no cumplen con los compromisos asumidos hasta junio", avisó el jefe de la delegación internacional. "El Ejecutivo tiene que priorizar la absorción de los fondos europeos y las inversiones, aunque no nos podemos basar en estas medidas porque nos hemos desengañado en los últimos años", aconsejó el jefe de la misión. De Vrijer alentó a Bucarest que el crecimiento puede venir de la energía y el transporte: "Rumanía tiene una situación geográfica entre el Mar Negro y el resto de Europa y una buena infraestructura puede atraer inversiones en la producción.
Rumanía selló en 2009 un acuerdo para una ayuda de 20.000 millones de euros, lo que ob