Para Victor Piturca, el trabajo de seleccionador de Rumanía es imposible de rechazar. El técnico, de 57 años de edad, ha desempeñado el cargo en tres ocasiones distintas desde 1998, y cada una ha incluido grandes dosis de frustración y decepción, publica la web de la UEFA.
Aun así, la semana que viene Rumanía abordará su choque de la repesca europea de la Copa Mundial de la FIFA, contra Grecia, con Piturca nuevamente al timón, y con una espina clavada. Y es que, aunque ha dirigido al combinado en tres periodos diferentes, el exdelantero internacional nunca ha participado en la Copa Mundial de la FIFA™. Ahora tan sólo dos partidos, y un buen resultado contra los griegos, le separan del que sería su debut el certamen, un hito que ansía añadir a su palmarés.
Según declaró a FIFA.com: "Es extremadamente importante que nos clasifiquemos, para mí y para el equipo, porque he conducido a mis hombres hasta tres Eurocopas, pero nunca al Mundial. Con todo, es incluso más decisivo para los jugadores, porque para ellos disputar una Copa Mundial sería una experiencia y un triunfo increíbles".
"Lograr el pase sería algo extraordinario para el fútbol rumano y para mí mismo. Cada vez que he aceptado el cargo de seleccionador he tenido que lidiar con un cambio generacional. He tenido que tomar las riendas y partir desde cero. Pero esta vez, por suerte, lo he conseguido".
Piturca tiene todo el derecho a enorgullecerse de sus logros. En un grupo dominado por Países Bajos, finalista en Sudáfrica 2010, Rumanía se las arregló para hacerse con la segunda plaza en detrimento de rivales de la talla de Hungría, Turquía y Estonia. Y pese a que el actual combinado no posee el deslumbrante talento individual que caracterizó a los de las décadas de 1980 y 1990, el entrenador cree que han encontrado un camino diferente hacia el éxito.
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