Las elecciones parlamentarias celebradas este domingo 9 de diciembre en Rumania se han saldado con una sonora victoria de la actual alianza de gobierno, la Unión Social Liberal (USL), explica Alex Amaya en su blog “Romania prin perdea”.
Ésta, que incluye al Partido Socialdemócrata (PSD) del primer ministro Victor Ponta, al histórico Partido Nacional Liberal (PNL), al pequeño Partido Conservador (PC) y a la Unión Nacional por el Progreso de Rumania (UNPR, que se espera se fusione con el PSD en un próximo congreso), ha conseguido un 58% de los votos en la cámara de diputados y un 60% en el Senado, ganándose con creces el derecho a continuar encabezando el gobierno del país. En total, la USL ha logrado 273 diputados (de 412) y 122 senadores (de 176).
A diferencia abismal ha terminado la Alianza Rumania Justa (ARD), amalgama de pequeños partidos de derecha liderada por el Partido Demócrata Liberal (PDL) del presidente Băsescu y que tenía en el ex-primer ministro Mihai-Răzvan Ungureanu su mascarón de proa para poder recuperar el poder perdido el pasado mes de mayo. Sin embargo, la ARD ha obtenido apenas un 16% de los votos, 56 diputados y 24 senadores, por lo que deberá afrontar una larga travesía del desierto tras la constatación de que el proyecto político de Băsescu, iniciado en 2004, ha llegado a su fin. Aunque finalmente Ungureanu ha conseguido un acta de senador merced al intrincado sistema electoral rumano, su posición queda muy debilitada, por lo que el centro-derecha rumano puede quedar a expensas de una cruenta lucha interna para dilucidar quién liderará su reconstrucción. El tercer puesto ha sido para el Partido del Pueblo del magnate Dan Diaconescu (PP-DD), con un impresionante 14% de los votos, 47 diputados y 21 senadores.
Diaconescu ha empleado a fondo su fortuna y su popular y chabacana cadena de televisión OTV para prom